Vencieron 84-95 y Rudy Fernández fue elegido MVP de la final con 22 puntos y 7 rebotes.
El Real Madrid logró romper la supremacía culé en este trofeo, en el que los azulgrana se habían proclamado vencedores en las tres últimas ediciones.
El Barcelona empezó abusando de su juego interior con Lorbek y Ante Tomic como estandartes del mismo. Por contra, los madridistas hacían gala de su acierto exterior con tres triples anotados de tres intentos por parte de Rudy y Llull. Los merengues llegaron a contar con una estadística de 6 triples de 7 intentos.
La velocidad en el juego fue otra de las armas que los de Laso emplearon para marcar diferencias e irse al segundo cuarto con una ventaja de 23 - 30.
El Barcelona puso una marcha más en defensa para entorpecer la sangría de canastas contrarias. Aunque el Real Madrid llegó a ponerse 30-41.
Fue entonces cuando los catalanes de la mano de Ingles, Rabaseda y Jawai dejaron la desventaja de -1 antes del descanso.
A la vuelta, el Real Madrid volvió a las andadas y se escapó con parcial de 0-10. El Barcelona volvía a remar contracorriente y recortaba diferencias de la mano de Lorbeck y Mickeal. Pero sendas canastas de Rudy y Carroll hicieron que los blancos elevaran su diferencia a +16. Algo contra lo que el Barça no pudo hacer frente sin tiempo para reaccionar.
